"Estoy siempre persiguiendo la luz. La luz convierte en mágico lo ordinario " Trent Parke
viernes, 28 de octubre de 2011
martes, 25 de octubre de 2011
El niño yuntero
Lo veo arar los rastrojos,
y devorar un mendrugo,
y declarar con los ojos
que por qué es carne de yugo.
Miguel Hernández
domingo, 23 de octubre de 2011
Viña del Mar
Oda al mar
Aquí en la isla
el mar
y cuánto mar
se sale de sí mismo
a cada rato,
dice que sí, que no,
que no, que no, que no,
dice que si, en azul,
en espuma, en galope,
dice que no, que no.
No puede estarse quieto,
me llamo mar, repite
pegando en una piedra
sin lograr convencerla,
entonces
con siete lenguas verdes
de siete perros verdes,
de siete tigres verdes,
de siete mares verdes,
la recorre, la besa,
la humedece
y se golpea el pecho
repitiendo su nombre.
el mar
y cuánto mar
se sale de sí mismo
a cada rato,
dice que sí, que no,
que no, que no, que no,
dice que si, en azul,
en espuma, en galope,
dice que no, que no.
No puede estarse quieto,
me llamo mar, repite
pegando en una piedra
sin lograr convencerla,
entonces
con siete lenguas verdes
de siete perros verdes,
de siete tigres verdes,
de siete mares verdes,
la recorre, la besa,
la humedece
y se golpea el pecho
repitiendo su nombre.
Pablo Neruda
viernes, 21 de octubre de 2011
La oración de la maestra
Dame el ser más madre que las madres, para poder amar y defender como ellas lo que no es carne de mis carnes.
Dame que alcance a hacer de una de mis niñas mi verso perfecto y a dejarte en ella clavada mi más penetrante melodía, para cuando mis labios no canten más.
Dame el levantar los ojos de mi pecho con heridas, al entrar cada mañana a mi escuela. Que no lleve .a mi mesa de trabajo mis pequeños afanes materiales, mis mezquinos dolores de cada hora.
Aligérame la mano en el castigo y suavízamela más en la caricia. Reprenda con dolor, para saber que he corregido amando.
Haz que haga de espíritu mi escuela de ladrillos. Le envuelva la llamarada de mi entusiasmo su atrio pobre, su sala desnuda. Mi corazón le sea más columna y mi buena voluntad más horas que las columnas y el oro de las escuelas ricas.
Gabriela Mistral (Oración de la maestra)
miércoles, 19 de octubre de 2011
Fotografía y Psicología I: Cómo miramos las fotos
Aunque en los foros de fotografía suele abundar la
adulación, seguro que en más de una ocasión os ha sorprendido ver cómo una foto
que os parece una castaña recibe elogios de algunos foreros
que no son precisamente unos novatos. Y es que ni todos tenemos los mismos
gustos ni miramos o valoramos de igual manera las imágenes.
Existen algunas tendencias normativas o generalizadas a la
hora de percibir las fotos, como las relativas a la percepción de las formas
que la Psicología de la Gestalt puso de manifiesto, o la relación entre el
color y las emociones. Estos principios, más o menos universales, determinan
muchas de las leyes sobre la composición o el uso del color que suelen recoger
algunos manuales sobre fotografía o arte
(por ejemplo, véase la Teoría General de la Imagen de Justo Villafañe), y que
determinan que muchas imágenes resulten más atractivas y equilibradas que
otras. Estos principios suelen estar determinados en parte por la historia de
la evolución de nuestra especie. Serviría como ejemplo nuestra preferencia por
imágenes con horizontes amplios y puestas de sol, que nos recuerdan esos
espacios abiertos que daban a nuestros
antepasados la seguridad de que ningún depredador estaba agazapado dispuesto a
devorarlos. También las condiciones socioculturales influyen sobre nuestra
lectura de las imágenes, como la tendencia a analizarlas partiendo del ángulo
superior izquierdo que es precisamente por donde comenzamos a escribir y leer
textos.
Pero, más allá de esas leyes generales, existen importantes
diferencias individuales en cómo cada uno de nosotros lee e interpreta las
imágenes fotográficas. Y aunque algunas de estas diferencias tienen que ver con
nuestra mayor o menor formación en fotografía o artes plásticas, otras hunden
sus raíces en lo más profundo de nuestra personalidad. No es casual que los psicólogos
hayamos usado las imágenes (por ejemplo, el test de las manchas de tinta de
Rorschach, o el TAT) para tratar de analizar la personalidad y los conflictos
internos de las personas.
Así, las características de la personalidad y los estilos
cognitivos de los fotógrafos hacen que mientras que unos prestan atención a la
imagen de forma global otros se fijan en pequeños detalles que a los primeros
pueden pasarle desapercibidos. Podría decirse que los primeros tienen una mayor
capacidad para pensar de forma abstracta, analizar las relaciones entre los
elementos que conforman la imagen y encontrarle significado, mientras que los
segundos presentan más vigilancia o atención al detalle trivial, lo que puede
indicar en grados extremos un pensamiento obsesivo.
Algo parecido podría decirse con respecto a las preferencias
por el color versus la forma, pues si algunos sujetos perciben en primer lugar
las tonalidades de una foto otros se fijan más en la estructura formal. Así,
estableciendo un cierto paralelismo con la intepretación de las respuestas al
test de Rorschach, podría aventurarse que quienes prefieren el color pueden
mostrar una mayor emotividad, frente a quienes optan por el blanco y negro o
por las imágenes con muchos elementos geométricos, que manifiestan un enfoque
más racional e incluso cierta inhibición emocional.
La textura también tiene sus connotaciones psicológicas y
hay quienes afirman que la preferencia por las texturas y por las sensaciones
táctiles que suscitan se relacionan con una búsqueda de afecto y ternura que puede
obedecer a ciertas carencias afectivas relativas a las experiencias infantiles
con las figuras parentales, o a la historia emocional en las relaciones de pareja. Es decir, que esta
tendencia a acentuar las texturas en las fotos propias o a buscarlas en las
ajenas reflejaría nuestra propia vida sentimental.
¿Y la simetría? Pues la preferencia por la simetría, como la
que crean los reflejos en agua cristal u otras superficies, bien podría indicar
un sentimiento introspectivo, una tendencia a reflexionar y analizar los
pensamientos y sentimientos propios.
Evidentemente hay que aclarar que no somos totalmente conscientes
de estas preferencias, y que cuando contemplamos una imagen o una escena que
decidimos fotografiar se suscitan automáticamente en nosotros unas emociones
que hacen que puedan resultarnos más o menos atractivas. Esta emociones son el
resultado tanto de factores innatos como de experiencias previas que determinan
nuestra forma de mirar. En la medida en que vayamos siendo más conscientes de
estas preferencias, es posible que seamos cada vez más capaces de transmitir
nuestras emociones a los demás.
domingo, 16 de octubre de 2011
viernes, 14 de octubre de 2011
martes, 11 de octubre de 2011
Oda a Valparaíso
Valparaíso,
qué disparate
qué disparate
eres,
qué loco,
puerto loco,
qué cabeza
con cerros,
desgreñada
qué loco,
puerto loco,
qué cabeza
con cerros,
desgreñada
Valparaíso,
marinero,
te olvidas
de las lágrimas,
vuelves
a colgar tus moradas,
a pintar puertas
verdes,
ventanas
amarillas,
todo
lo transformas en nave,
eres
la remendada proa
de un pequeño,
valeroso
navío.
marinero,
te olvidas
de las lágrimas,
vuelves
a colgar tus moradas,
a pintar puertas
verdes,
ventanas
amarillas,
todo
lo transformas en nave,
eres
la remendada proa
de un pequeño,
valeroso
navío.
sábado, 8 de octubre de 2011
jueves, 6 de octubre de 2011
martes, 4 de octubre de 2011
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