miércoles, 17 de febrero de 2016

LA PALOMA EN SU CAJA O CÓMO LAS REDES SOCIALES MODELAN NUESTRO ESTILO FOTOGRÁFICO



Pocos conceptos psicológicos han trascendido más a la opinión pública que el de reforzamiento, una de las técnicas básicas del condicionamiento operante. Fue Thorndike el primero en hablar del asunto, al establecer un principio que denominó Ley del efecto: "cualquier conducta que en una situación produce un efecto satisfactorio se hará más probable en el futuro". Pero la idea fue desarrollada posteriormente por Skinner mediante sus experimentos con palomas.

En la actualidad casi todo el mundo sabe que un refuerzo positivo es todo aquello que hace aumentar la frecuencia de emisión de la respuesta por parte del sujeto. Se trata del mecanismo más efectivo para hacer que tanto animales como humanos aprendan. Se denomina “refuerzo” porque aumenta la frecuencia de la conducta, y “positivo” porque el refuerzo está presente. Refuerzos positivos típicos son las alabanzas, los regalos o el dinero.

Pues bien, estos refuerzos positivos son algo intrínseco al funcionamiento de las redes sociales como Facebook o Twitter. Colgamos en nuestros muros, o en el muro de grupos, textos o fotos que son recibidos con “likes” o comentarios más o menos favorables. De acuerdo con Thorndike o Skinner tendemos a repetir esas conductas que reciben más refuerzo, mientras que las que no son tan bien recibidas tienden a extinguirse y desaparecer. Y eso es lo que puede ocurrir con nuestras fotos. Cuando las colgamos no estamos seguros de la acogida que tendrán, y con frecuencia nos llevamos sorpresas: fotos que nos gustan mucho pasan desapercibidas y otras que nos generan dudas son aclamadas de forma unánime, o casi.

La consecuencia de ello es que poco a poco tendemos a hacer, editar y colgar fotos en la línea de esas que recibieron más comentarios y “me gusta”, y nuestro estilo de irá modelando para adaptarse al gusto de las redes sociales. En ocasiones no es necesario que experimentemos el reforzamiento en nuestras propias carnes, o fotos, y basta con observar cómo refuerzan las de los demás, que tenderemos a imitar. Es lo que Albert Bandura denominó “aprendizaje observacional” .Tal vez pensemos que a nosotros no nos pasa, ya que somos libres para tomar la decisión sobre qué tipo de fotografía queremos hacer, pero, tal vez, eso no sea sino una vana ilusión, ya que la fuerza del condicionamiento para modelar nuestra conducta es tremenda. Basta con ver la evolución que siguen muchos grupos de fotografía para notar cómo la uniformidad va aumentando con el paso del tiempo, a pesar de que aumenta el número de integrantes. Por lo tanto, la conclusión parece clara, no des demasiada importancia a esos reforzamientos y busca criterios más fiables para valorar tu trabajo y tomar decisiones sobre tu estilo.