lunes, 3 de mayo de 2021

CREATIVIDAD Y VULNERABILIDAD AL LIKE. O DONDE DIJE DIGO….



 

Recogía en una entrada anterior la idea basada en estudios de neurociencias de que las experiencias tempranas negativas podían llevar tanto a la búsqueda de la novedad como a la creatividad. Esta relación, lejos de resultar sorprendente, apoya una idea muy extendida de que tras las grandes creaciones hay una alta dosis de sufrimiento y malestar psicológico. Una relación que ya destacó Arístóteles cuando aludió a la relación entre melancolía y creación, y que recogió el psicoanálisis cuando puso el trauma en el origen de la actividad creadora (López Mondéjar, 2015).

Sin embargo, la idea contraria también ha tenido sus defensores. Como el psicólogo Mihály Csíkszentmihályi con su teoría del flujo, en la que destaca cómo la creación requiere de una inmersión total en la actividad más probable en situaciones de serenidad y bienestar psicológico. Aunque también podemos entender que la causalidad lleva la dirección contraria, de forma que es el flujo creador el que nos hace sentirnos felices y satisfechos https://lateralaction.com/articles/mihaly-csikszentmihalyi/

Lo más paradójico es que serían las experiencias infantiles positivas las que estarían en el origen de ese flujo creativo. Cuando el trato es afectuoso y los padres se muestran atentos y disponibles, el menor desarrolla un modelo de apego caracterizado por la seguridad y confianza en sí mismo y en los demás. Si me atienden y me quieren aprendo que soy valioso.

 Como apuntó Bolwby (1968) en su clásica teoría del apego, los humanos estamos motivados a buscar un equilibrio entre la seguridad que nos ofrece un contexto familiar previsible y las conductas de búsqueda y exploración del entorno. Cuando los progenitores son sensibles y responsivos, el bebé aprende que el entorno es predecible y lo utiliza como una base segura a partir de la que explorar. Por contra, si los padres se muestran poco disponibles o rechazantes, el menor tomará conciencia de esa impredecibilidad y la generalizará todos los contextos sociales. Es el feedback inconsistente y poco fiable en la primera infancia el responsable de la inseguridad del modelo interno construido por el niño o niña. Una inseguridad que le llevará a dudar de sí mismo, y a desarrollar una autovaloración inestable y excesivamente dependiente del feedback instantáneo y de la evaluación de los demás.  Es muy poco probable que esa dependencia enfermiza sea el mejor caldo de cultivo para realizar aportaciones originales y novedosas, en tanto que el sujeto tendrá más dudas a la hora de seguir su propio camino y tenderá a buscar continuamente la aprobación de los demás. Y aunque a todos nos viene bien un like, no todos tenemos la misma necesidad de conseguirlo a toda costa.

Hay que aclarar que la duda siempre hará acto de presencia, incluso en los creadores más seguros y originales. Sin embargo, en algunas ocasiones podemos encontrarnos con personas que parecen no presentar ninguna incertidumbre, que muestran una sospechosa desmesurada seguridad en sí mismas.  En esos casos es muy probable que se trate de actitudes compensatorias que esconden una gran fragilidad e inseguridad construida a partir de experiencias infantiles poco favorables.

Por lo tanto, el debate acerca de la influencia de las experiencias infantiles sobre el proceso de creación no parece estar cerrado. Y es que la creación es una estación a la que se puede llegar por vías diferentes.

 


1 comentario:

  1. Muy buen articulo, gracias por compartirlo, y la imagen tambien me parecio excelente

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