Un poema de Nieves Alvarez perteneciente a su poemario "Desde todos los nombres" con fotografías de Alfredo Oliva y la voz de Mª Pilar Gómez.
(…) Esto, seguro, no durará
mucho.
Lo dicen los periódicos. (…)
Las noticias no eran concluyentes
y dudas y esperanzas fueron todo:
«pronto, tal vez, quizá, quién
sabe».
Pero el tiempo alargó sus raíces,
tejió redes y espinas y tristezas
en árboles y ríos y montañas.
Se besaron las bocas del abismo
y las casas de empeño
condenaron a muerte la alegría.
Los pupitres silentes
y todas las pizarras escolares
abandonaron la sabiduría.
La palabra buscó un nuevo refugio
en sueños clandestinos
y la voz pidió asilo a la
conciencia.
Y llovieron los años
y pasaron los lustros
y los vivos no supieron qué
hacer.
Pero los muertos siguen preguntando:
¿Cuánto hay que esperar
para escribir un nombre en una lápida?
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